La personalidad de los Tauro

La Tierra gira recorriendo un ciclo eterno y rítmico, a través de las doce casas del Zodíaco. Los que creen en él piensan que, cuando el planeta penetra en la esfera de influencia de cada casa, sus poderes lo empapan todo. Y, además, cada cuerpo celeste con el que la Tierra interactúa, tiene un poder específico que refuerza o distorsiona lo que esa casa del Zodiaco determina. 

Cuando empieza el año, nuestro planeta pasa primero por la casa de Aries, que hace que las plantas y los animales despierten en una explosión primaveral. Y luego, entra en la zona de Tauro, donde dicen los aficionados a estas cosas, se potencia la procreación. 

La primavera finaliza con Tauro

El toro —dueño y señor de la segunda casa del Zodiaco— es una bestia imponente que habita en los pastizales del final de la primavera. Tauro está emparentado con los muchos toros mitológicos, pero no se lleva demasiado bien con el Minotauro, por aquello de que es el resultado de la unión ilícita entre un toro y una mujer. 

¿De dónde viene el mito de Tauro?

Como en casi todos los temas de mitología, la historia más conocida es la de los griegos. Zeus, que era un dios un poco «viva-la-fiesta», quedó prendado de la belleza de Europa, la hija del rey de Canaán. Decidido a hacerla suya, se unió a un rebaño que pastaba cerca de donde Europa y sus amigas se reunían, convertido en un hermoso toro blanco. 

Europa jugó con él, poniéndole flores en la cabeza, hasta que hubo un momento en el que, confiada, se subió al lomo del animal. Ese fue el instante en el que Zeus aprovechó para llevársela a través del mar a la costa de Creta donde la violó. Para recrear su «amor» por ella, lanzó al cielo unas estrellas que recreaban a ese toro blanco que los había unido. Amores tóxicos, los de los dioses, oye.

Personalidad del signo de Tauro

El nacido bajo su signo —como buen nacido bajo un signo de Tierra— es pragmático y terrenal.  Tozudos hasta decir «basta», pueden llegar a ser inmensamente pacientes y resilientes si tienen claros sus objetivos (lo que los convierte en magníficos amigos y compañeros). Leales y protectores con los suyos, valoran mucho lo que tienen y a quiénes les apoyan. 

Son personas, por ello, estables y conservadoras, a los que les encanta la paz y la tranquilidad. Un poco reacios al cambio, son de ideas fijas. Tanto que a veces pueden pecar de rígidos. 

Como a Zeus, les encantan los placeres de la vida y disfrutan del arte, la literatura, la buena comida, la bebida… pero a veces, deben frenarse para no disfrutar en exceso. 

En The Galobart hemos querido hacer un guiño a nuestros amigos Tauro, con este libro que recrea sus mejores cualidades y que se convierte en un placer —en formato Coffee table book— para los nacidos bajo su protección.

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